domingo, 30 de octubre de 2011

Veintitres

A veces, la vida, nos lleva por caminos por los que, ni en las peores pesadillas, habías imaginado.

Son pruebas, obstáculos que esta te pone delante.

¿Por qué?

Esa es una buena pregunta. Supongo que... para hacernos más fuertes...

Lo malo es que a algunos no los hace más fuertes, sino que los destruye.

Temo cuando pienso en eso... ¿y si eso es lo que me depara a mi?
¿Y si no soy capaz de soportarlo y termino de romperme por completo?

Siempre he querido creer que era una persona fuerte, casi inamovible, imperturbable, impenetrable... Alguien a quien no era fácil dañar... He soportado ya demasiadas cosas y he salido airosa de todas ellas, me he fortalecido tanto por dentro, como por fuera... ¿por qué no iba a creer que era lo suficientemente fuerte como para soportar algo más?

Estaba convencida de ello... estaba, tiempo pasado...

Ahora, cada pequeño golpecito que sufre mi corazón, me duele...
Era diferente antaño... los golpes me hacían fuerte, no los sentía, era hielo.
No entiendo por qué ahora me duele tanto... no lo entiendo...
Y mi desesperación va en aumento.
No sé si podré conseguirlo...
Sé que debo luchar, lo sé. Pero tengo miedo... no quiero que me duela.
Prefiero una caída rápida, indolora, que sentir pequeñas puñaladas en el pecho...

No hay comentarios: