domingo, 4 de mayo de 2008

Por alguna razón, hoy me he acordado de ti. He de reconocer que me dieron ganas de llamarte, de preguntarte qué tal te va la vida, de decirte tantas cosas y preguntarte otras muchas… Pero, no he tenido las fuerzas necesarias para hacerlo.

Sé que no querías irte, sabías que no estaba preparada, aunque durante muchísimo tiempo me habías estado intentando preparar para el dia de tu partida.

No te quise creer, pensé que era otro reto, otra incógnita que debía resolver, como tantas otras que me habías planteado antes.

Pero me equivoqué. Un día te marchaste y jamás te vi volver. Me decía a mi misma que solo sería durante un tiempo, pero los dias se convirtieron en semanas, poco después en meses y ya han pasado años y tú no estás aquí…

Sé que no debería plantearme los por qués, no, ni tan siquiera le voy a buscar una explicación, porque todos los momentos que he vivido contigo han sido extraños (no sé si eso es bueno o malo), siempre han tenido algún tipo de misterio, nada era casual pero al mismo tiempo daban la impresión de haber sido encuentros fortuitos sin ninguna trascendencia en ningún ámbito de la vida, aunque en realidad cada momento era una lección que aprender. Me has estado preparando para el dia a dia, para las cosas que tendré que ver, me has ayudado a buscar la solución a miles de problemas que se me pasaban por la mente, me has enseñado mucho. Y aunque no te lo he sabido agradecer, jamás podré olvidarte, formas parte de mi cada vez que digo: Alto, hablemos de ello. Porque si, gracias a ti he aprendido a enfrentarme a los problemas y has contribuido a reforzar la idea de que todo se puede conseguir a través del diálogo. Me has enseñado a que siempre le hay que ver la parte positiva a las cosas porque como bien decías, la parte negativa aparece sola.

No tengo mucho más que decirte, sé que no lo vas a leer, del mismo modo sé que, de una u otra forma, sabrás que me he acordado y que he estado pensando en ti. Ya nada me puede sorprender, 8AGL, sabes que soy la persona, soy alguien que ha llegado al punto final. Tú me lo dejaste escrito en el libro regalo que me diste la última vez que nos vimos. Y aunque me dolió que no dijeras que ese sería el último adios, comprendo o por lo menos acepto lo que has hecho.

Muchos besos de tu princesa (que aunque siempre te decía que no me llamases así, me hacías sentía especial… Lástima que solo sean recuerdos y que jamás lo vaya a volver a escuchar)

3 comentarios:

* Sweet sacrifice * dijo...

Hum... supongo que he tenido un momento de nostalgia...

Anónimo dijo...

esos momentos son buenos siempre y cuando no vivamos de ellos...

un besazo enorme guapa!

Polar dijo...

Como me suena este post a veces la vida lleva a personas q apreciamos por caminos separados...aunque siempre todo pasa por alguna razon asik NADA de nostalgias inutiles...

Blodiss XXX!!